Varios colectivos se unen contra la ejecución del macroproyecto Magda

El proyecto para llevar a cabo la construcción de una macroplanta de energía fotovoltaica en los términos de Les Coves de Vinromà, Cabanes y Benlloc ha supuesto un terremoto social entre los vecinos y el sector agroturístico de estas localidades, que se han agrupado en plataformas ciudadanas que rechazan la implantación de esta infraestructura, denominada Magda, que supondría también la instalación de una nueva línea de alta tensión que iría paralela a la MAT que desciende de Forcall y llega a Almassora, junto al polígono del Serrallo.

La megaplanta prevé alcanzar casi 500 hectáreas y supondrá la colocación de 258.622 paneles solares en dos zonas. A la parte norte se ocuparán 375 hectáreas de zonas de cultivo en les Coves de Vinromà y el resto a los términos de Cabanes y Benlloc. Pero la obra también contempla la instalación de 143 torres de alta tensión, 53 kilómetros de cableado y 93 de valla, afectando los términos municipales de Les Coves de Vinromà, Vilanova d'Alcolea, la Torre d'en Doménec, Benlloc, Alcalà de Xivert, Torreblanca, Vall d'Alba, Cabanes, Vilafamés, Sant Joan de Moró, Borriol, Castelló y Almassora.

Varias plataformas y asociaciones han iniciado una serie de acciones en defensa del territorio y actividades informativas en diversas localidades para solicitar una gestión más racional y responsable de las energías renovables. Así, ya se ha realizado una concentración en les Coves de Vinromà y varias charlas informativas para trasladar a los vecinos y vecinas lo que supondría la ejecución de este proyecto.

Consecuencias nefastas

Los diferentes colectivos y personas afectadas aseguran que el impacto paisajístico y medioambiental sería muy alto y un grave perjuicio a la agricultura, a la ganadería y al sector agroturístico. En este sentido, en la última charla informativa en Les Coves, Juan Briones, ingeniero y propietario de una de las parcelas explica que el proyecto no es viable en el territorio que se quiere implantar “ya que las consecuencias serían nefastas porque el terreno donde se instala se allana, se cubre con geotextil y grava, y se va rociando con herbicida periódicamente. Esto sella el terreno, de forma que cuando llueva correrá en superficie y tenderá a concentrarse, con los consiguientes peligros de inundaciones o contaminación”. Además, Briones señala que "no tiene ningún sentido que se lleve a cabo en parcelas que están en producción, y que tienen un alto valor ambiental, visual y ecológico".

Según los datos aportados por la Asociación Nostra Terra de les Coves de Vinromà, surgida para defender una ubicación sostenible y racional de las energías renovables, explican que cerca de 200 hectáreas de las casi 400 afectadas en la localidad “están dedicadas actualmente a la agricultura ecológica, y en caso de realizarse el proyecto se reduciría en la mitad el cultivo ecológico de oliva al término, y más de un 60% en el caso de las almendras y las algarrobas. Al respeto, desde el colectivo se explica que “este modelo de implantación de energías renovables no deja beneficios en el territorio, más bien al contrario, es un ataque a la agricultura, a la ganadería, al medio ambiente y a las personas que vivimos en el mundo rural, y no puede ser un modelo a seguir puesto que comportaría más paro y más despoblamiento”.

El gerente de la empresa Mar de Boires de Vall d'Alba, Blas Agut, explica que “sería contradictorio que las administraciones estén realizando e impulsando proyectos e iniciativas para mitigar el efecto de la despoblación en las comarcas de Castellón y promoviendo el consumo de los productos de proximidad y ahora permitieron la instalación de esta macroplanta en una zona de cultivos y tierras que se están trabajando”. En este sentido, Agut que “lo más coherente sería defender y promover la agricultura en esta zona, ya que la instalación de la planta no beneficiaría a nadie de los pueblos, mientras que de las 500 hectáreas que se quieren ocupar podrían vivir más de 20 amilias”.

De la misma opinión es Nicolàs Barrera, de Pozo de Beca Alojamientos y Agroturismo, quien considera que la implantación del proyecto Magda y de una nueva línea de alta tensión “sería un desastre a nivel económico, los habitantes de esta tierra que hemos elegido vivir aquí hemos invertido en nuestros negocios y en nuestro patrimonio y ahora debemos ver cómo se devalúa por la cuestión paisajística y también por la salud”, entiende, “ya ​​que nadie quiere vivir bajo el zumbido de 400.000 voltios”.

Barrera explica que varios empresarios del mundo de la restauración y del sector del agroturismo firmaron un manifiesto rechazando el proyecto Magda y “que posiblemente sea el embrión de una asociación que tendrá como objetivo defender la autonomía de nuestros municipios en el ámbito energético y la valorización del sector primario para evitar su desmantelamiento y que se vierta a los propietarios hacia el monocultivo de las energías renovables”.

En la actualidad el proyecto está en período de exposición pública y el próximo jueves día 17 termina el plazo de alegaciones que ya han presentado diferentes colectivos y también partidos políticos. Nicolás Barrera pide “a las instituciones sensatez, racionalidad y que escuchan a los habitantes de sus pueblos, que no firman ningún compromiso sin saber que es lo que la mayoría de su pueblo reclama o necesita y que piensan en el futuro, en la autonomía, en la soberanía alimentaria de sus pueblos y en la salud, sobre todo en la salud”, al tiempo que reclama que consideran la posibilidad de acordar una moratoria en sus plenarios para los proyectos de dimensiones 'macro' para condicionar sus PGOU y poder proteger los espacios útiles de cultivo y las zonas de especial valor paisajístico”.

Especulación

Los distintos colectivos y plataformas ven clara la relación de la especulación con este proyecto “que prima la rentabilidad por encima de los valores ambientales”, según explicó en la jornada informativa a las Cuevas, Juan Briones. "ya que la línea MAT que quieren construir está sobre dimensionada con potencia que generarían los parques proyectados lo que hace pensar que querrían construir nuevos parques en el futuro".

Las asociaciones de afectados aseguran estar a favor de las energías renovables, pero con proyectos más racionales que no condenan el territorio y piden a las administraciones “regular y proporcionar el marco legal para evitar abusos”. En este sentido, una alternativa a este tipo de macroproyectos según los colectivos denunciantes es cumplir el Decreto 14/20 de la Generalitat, un instrumento en el que se da prioridad a espacios ya ocupados como cubiertas de naves industriales, de edificios públicos y privados y sólo deteriorados para situar los paneles solares.

Representantes políticos de Podemos, PSPV-PSOE, PP y Compromís se han reunido durante los últimos días con los afectados para conocer sus reivindicaciones mientras continúan las charlas informativas en las diferentes localidades, como la de hoy, día 15 en Benlloc, a las 17 horas o la del viernes, XNUMX, en Vilafamés.