El aceite es una de las señas de identidad de las comarcas de Castelló. Un producto, resultado del trabajo, el cuidado y la estima de diferentes generaciones en la tierra en general y en los olivos en particular. Para conseguir la mejor calidad de este ingrediente básico en la gastronomía mediterránea, uno de los secretos se encuentra en el proceso de elaboración: debe ser preciso y esmerado. Una las almazaras con mayor producción de la provincia es el Molino La Barona, la cual también es reconocida por su apuesta por la calidad y la innovación.
El actual gerente es Alberto Robres, la cuarta generación de la familia que lleva gestionando la empresa desde hace 99 años. En aquellos años, también era molino harinero, pero la evolución en los cultivos propiciaron un cambio de rumbo de las instalaciones que “que a lo largo de los años 80 dejaron de moler harina, así se reconvirtió el espacio a molino de aceite, para dotarlo de mayor capacidad de producción y empezó a entrar la tecnología”, explica Alberto.
Fue, precisamente, el padre de Alberto, José Manuel, quien relanzó el molino, que es uno de los pocos en los que se trabaja la maquila en las comarcas de Castelló, “un sistema por el que cada productor se puede llevar aceite de su cosecha”, explica el gerente. Esa es la principal condición que le diferencia de la mayoría de las almazaras que existen, sobre todo, las de las cooperativas “y el argumento de muchos clientes para venir a nuestras instalaciones”. Hay agricultores de pueblos de Cuenca o Ciudad Real y también de municipios de fuera de la comarca como Villahermosa del Río o Alfondeguilla que van a elaborar el aceite a La Barona, explica el gerente del molino, “aunque la mayoría son productores de la comarca”.
Actualmente, Molí La Barona tiene unos 10.000 clientes y de la producción que llega a las instalaciones, más del 80% es para trabajar a maquila. Del resto de los dos millones de kilos que gestiona la empresa, de media, se elabora aceite que se vende bajo la marca del molino, una línea de trabajo que se ha abierto hace unos 10 años.
En lo comercial, el molino tiene una tienda propia en sus instalaciones, donde se pueden adquirir sus productos y también distribuye a tiendas y restaurantes, ampliando así su ámbito de negocio, que también llega a lugares como Francia o Alemania , explica Alberto, gracias a una nueva línea de negocio como es la venta on line. El último proyecto que se está desarrollando es llegar al mercado del próximo oriente.
El Molí La Barona ofrece una gestión integral del proceso de elaboración del aceite, “así nosotros le descargamos la cosecha y le cargamos el aceite ya elaborado al cliente, asegura el gerente. Un trabajo que ocupa cerca de 30 personas en las épocas de mayor trabajo, siendo cinco los trabajadores fijos. La empresa está en constante evolución y la innovación, la mecanización y la adaptación de los procesos a la normativa ha posibilitado conseguir el certificado como molino ecológico, lo que supone un paso más adelante de cara al futuro.
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